Argentina-Historias del About Baires Hostel

Ya para terminar mis narraciones sobre Argentina, aquí va el capítulo prometido sobre lo que pasó en el Hostal de Buenos Aires.

Como los días que pasé allá eran justamente del fin de semana de Pascua, toda la ciudad estaba llena y en el hostal sólo tenían cama en habitación compartida (sólo mujeres, para los malpensados). Era una habitación de 6 con 3 literas y el día que llegué había sólo 2 chicas, una española que no conocí hasta el día siguiente y otra de la que no me especificaron la nacionalidad.

Cuando entré en la habitación esta chica estaba allí, con el móvil en la mano muy concentrada. Así que la saludé (no me respondió) dejé mis cosas y me fui para encontrarme con María & family.

Enfrente de la habitación había una pequeña terraza con mesas, así que cuando volví después de cenar cogí el ordenador y me senté allá fuera. Mientras estaba allá, esta chica iba entrando saliendo, seguía sin hablar, y tenía la manía de apagarme las luces. Yo pensé, o que era un poco extraña o que no sabía nada de español. Después vi que acerté en las dos cosas.

Pasaron dos días, la chica española se fue, vino Kati una chica colombiana, otra viajera del mundo, muy simpática. Entonces ya supe que la otra chica era rusa, se llamaba Marina y no hablaba español. En el hostal estaban también Alberto, mexicano, un francés con su madre, unos chinos, otros franceses,... y las chicas de recepción (Gimena, Karli, María José, etc.) que eran un encanto, muuuy acogedoras! Aquello más bien parecía una comunidad.

Así fue que una noche estaba en la sala escribiendo mi blog y Alberto "supuestamente" estudiando. Cuando yo ya estaba cansada de escribir y él de leer nos pusimos a charlar y, como él ya llevaba tiempo allí, le pregunté por la chica rara. Entonces me contó toda la historia de la rusa....

Resulta que ya llevaba allí una semana o 10 días. Vino porque había conocido a un chico de Buenos Aires por internet y tuvieron una relación cibernética de 2 años. Así que un día ella decidió que quería conocerle en persona y viajó a Argentina sin que sus padres supieran que venía para verle. Ella tiene sólo 21 años.

Hasta ese momento aún no había conseguido ni verle ni hablar con él. Pero se pasaba todo el tiempo pegada al teléfono mandándole mensajes. Claro, todo el mundo sentía mucha lástima de la chica, que recorrió medio mundo para ver a su amor y él no le dio bola!

Alberto le daba consejos, la acompañó a la supuesta casa de él, donde no vivía hacía meses. Todos en el hostal escuchaban sus lamentos (en inglés), incluso el dueño de la posada parece ser que llamó al muchacho para abroncarlo y él accedió a ir al hostal una tarde, pero nunca se presentó.

Ella cada día hacía cosas más extrañas. Cuando todo el mundo salía a pasear por la ciudad, ella se quedaba en la habitación tirada en la cama, pegada a su bolso y una bolsa con papeles que siempre llevaba bien agarrada. Y cuando todo el mundo iba a dormir, entonces ella se levantaba, salía y parece que incluso alguna noche llegó completamente borracha. Una chica que trabajaba en el bar donde estaba tuvo pena de ella y la acompañó en un taxi, que tuvo que pagar la chica de recepción.

Después supieron que en realidad él ya llevaba 3 meses sin dar señales de vida, pero la chica estaba tan obsesionada que igual vino para verlo, convencida de que cuando la viera en persona se volvería a enamorar. Allí empezamos a entender que muy bien de la cabeza no estaba.

En esas yo me fui a Colonia 2 noches y después regresé la última noche al mismo hostal para tomar el vuelo de regreso al día siguiente. Allí estaban todos los mismos, tal cual me fui, en la sala, viendo una película o charlando. La rusa también.

Allí Alberto y Karli me pusieron al día de la situación. Parece que la rusa había empeorado, comenzó a tener pánico a la noche y no podía quedarse sola. En la habitación sólo estaban Kati y ella, así que si Kati salía, ella no se iba a dormir... Una noche pidió a Alberto que se quedara con ella, hasta que él perdió la paciencia. Otra vez pedía a Kati que se quedara a su lado. Otras bajaba a la recepción y no dejaba dormir a Karli. Con todo esto allí nadie conseguía dormir!!!

Mientras me contaban toda la historia, la rusa de cuerpo presente, pero sin entender nada, de repente parece ser que la película que estaba viendo el francés no le gustó. Le pidió poner otra, pero como él le dijo que estaba viendo aquella, le cogió el mando y cambió directamente de canal. El pobre chico enfadadísimo, que no debía saber nada de la historia, se levantó y se fue.

El chino estaba en el ordenador y le tocó su turno... Ella cogió una silla y se sentó a su lado mirando lo que escribía. Eso se llama intimidación! Allí estuvo un rato y el chino la miraba pero la ignoraba. Entonces Karli le preguntó si quería conectarse a internet, primero dijo que no, después que sí, y Karli le ofreció su ordenador, así dejó en paz a la gente un rato.

Cada vez que entraba en la cocina todos sufrían por si iba a coger un cuchillo, así que por la noche cerraban los cuchillos con llave.

Charlando, charlando, se hizo la 1 de la madrugada y decidí subir para preparar la maleta, ya que al día siguiente venía un taxi a buscarme a las 6h de la mañana. Un rato después subió la rusa y después Kati, que me avisó que fuera con cuidado, que igual se sentaba en mi cama mientras dormía y que la echara sin miramientos.

La rusa empezó con sus miedos, que qué ruidos eran aquellos,  yo respondía que coches, después otra vez, y que era alguien que se estaba duchando, y yo seguía con mi maleta sin hacerle mucho caso. Cuando me acosté y Kati también entonces empezó ella a prepararse su maleta, ya que ella también se iba al día siguiente pero más tarde. Kati indignada... La rusa seguía con sus preguntas, pero como a las 2h yo ya decidí desconectar y me dormí.

De repente en sueños oí mi nombre y abrí los ojos, quién me llamó fue Karli, la chica de recepción, que venía a despertarme, pero la primera a la que vi, de pié, vestida, con el boslo colgado y la bolsa de documentos en mano, fue a la rusa, justo delante de mi cama. Vaya susto me dio!

Me levanté corriendo, me duché, vestí, cerré la maleta (mientras tanto la rusa iba diciendo nooo, nooo) y bajé a recepción a esperar el taxi. Y... ¿quién venia pegada a mi en la escalera? la rusa! yo ya creía que me acompañaría hasta el aeropuerto! pero no, al ver a Karli abajo se quedó con ella y yo ya me pude ir tranquila.

No supe nada más de la historia hasta ayer noche que Kati me puso al día.

Estaban todos preocupados por si no conseguían meterla en el taxi para el aeropuerto. Parece que si consiguieron. Pero al día siguiente llamaron al hostal para decir que la pasajera Marina no cogió el vuelo de regreso y que la encontraron con la mano vendada y la mirada perdida (así es como se pasaba los días en el hostal). Y de ahí ya no supieron nada más, supongo que la debieron sedar y meter en otro vuelo, no sé...

(amigos del hostal, si me equivoco en algo me avisáis, que mi memoria tiene sus limitaciones...)

Comentarios

  1. Amiga, al começament m'he fewt un embolic d'Albertos. La història de pelicula. Una abraçada Carme

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