Canoa Quebrada y Ponta Grossa

Los primeros hippies vinieron a Canoa Quebrada porque según ellos tenía una energía especial. Yo creo que aún ahora sigue teniendo algo de esa energía. A pesar de haber crecido tanto y haberse convertido en un punto turístico de los más importantes del Ceará,  hay algo en el ambiente que lo hace diferente.

El símbolo de Canoa Quebrada
la luna y la estrella pintadas en las falésias

Parece que el origen del nombre de Canoa Quebrada fue dado porque un navegante portugués encalló en esta playa de Aracatí (una ciudad al interior). Cuando la gente quería ir a esa playa la identificaba como la playa de la canoa, que con el tiempo quebró y de ahí pasó a llamarse la playa de Canoa Quebrada.

Se pueden encontrar muchas jangadas por toda la playa
ya que abunda la pesca en esta zona

En una zona de la playa se concentran las barracas originales más auténticas, con un aire hippie y muchos símbolos reggae. Algunas aún son viviendas, otras son bares donde puedes tomar o comer algo mientras escuchas música reggae, bossa nova, etc. algunas veces en vivo.

Esta es un ejemplo

Y esta mi favorita: Freedom, donde se hacen
unas populares fiestas nocturnas que se llaman lual,
con hoguera en la playa y música Reggae

Pasadas estas barracas sólo se encuentra arena blanca y falésias coloradas, dando lugar a uno de los paisajes más bonitos de la costa de Brasil.

Y un poco más allá, con la marea baja, se forman unas piscinas naturales ideales para un baño más tranquilo y sin apenas olas.

Aquí veréis que todo es muy natural...

Las barcas se cubren de ramas de palmera
para resguardarlas del sol

Algunas barracas tienen sombrillas también de esas ramas

Y los burros son habituales para el transporte, tanto en el pueblo como en la playa

Transportando neveras

Bares itinerantes

O simplementes se usan para hacerse
unas fotos con ellos
adornados con gorritos y flores

También mi posada es muy auténtica! Se llama Quebramar. El propietario, Ernesto, es argentino y es de los primeros que se asentó en CQ a primera línea de mar. Después lo amplió a pousada con una ubicación inmejorable, ya que delante sólo están las barracas de la playa, que parece ser que la ley decidió que había que trasladar a otro lugar para que no taparan las falesias.

Una especie de totem de bienvenida,
de la misma forma del tronco sale un lagarto

Aquí es donde tomamos el desayuno todas las mañanas
con el mar delante y una brisa fresquita inmejorable

La terraza de las habitaciones
donde "batíamos o papo", como dicen ellos (nuestro charlar)

La pousada, aparte de tener unas vistas al mar impresionantes y una brisa marina de los más refrescante, sigue manteniendo ese aire del lugar.

Vistas enfrente de mi habitación.
Podéis imaginaros que, al regresar de la playa, no hay mayor placer
que tomar una ducha y relajarse en la hamaca contemplando el paisaje

No es lujosa, pero para quién no busca comodidades sino autenticidad y tranquilidad, es ideal. Para mi no hay nada mejor que tirarme en la hamaca de la terraza delante de mi habitación con el mar enfrente y dejar pasar el tiempo. Creo que se me está pegando el ritmo de aquí!!

Las camas, no tienen un cierto aire de los picapiedra?

Y a eso hay que añadirle lo acogedores que son todos aquí, lo cierto es que te sientes como en casa. Tanto es así que empezamos a hacer comidas en comunidad los poquitos que estábamos allí. Empezamos por una paella, como no! que hicimos en colaboración los 4 que estábamos: Ernesto, Martin, Iñaki (vasco y el otro inquilino de la pousada) y yo. Pero una vez terminada, como si la olieran, llegaron dos invitados más: Maluco y una amiga de Ernesto.

Maluco, Martin, amiga de Ernesto, Ernesto, Iñaki

En una de las guías que llevo, hablaba del restaurante Costa Brava, donde se podía comer auténtica paella. Unos amigos de Fortaleza me dijeron que el dueño era catalán, así que fui a conocerle. En todo el viaje aún no había encontrado a ningún catalán! 

Es uno de los restaurantes más conocidos
por la antigüedad (lleva ya 10 años)
y por la buena cocina

Manel, el dueño, es hijo de la propietaria y cocinera de El Racó del Navegant de San Andreu de Llavaneres. Para los que lo conocéis sabréis que es muy reconocida su cocina.

Como veis un restaurante muy catalano-brasileño
con el símbolo de Canoa integrado en el nombre

Casualmente cuando fui lo estaban visitando otros amigos suyos catalanes que están viviendo o van a vivir también en Canoa. Al día siguiente cené con ellos allí una deliciosa paella mixta con sabor brasileño.

Yo, Manel, Rinus, Manel (el propietario), Fontde y Toni,
todos del Maresme
comimos de maravilla y nos echamos unas risas 

Pero no sólo por Manel se nota la colonia española en Canoa, hay más lugares que traen recuerdos de allí:

Restaurante Dalí, llevado por un italiano
fanático de la obra del artista

en las paredes tiene copias de algunas obras de Dalí

La pousada y restaurante Ibiza

Y qué os parecen estos simpáticos futbolistas-caganés?
Son más auténticos que los nuestros, no se dejan ningún detalle...

La excursión más bonita que se puede hacer en Canoa Quebrada es la de Ponta Grossa. Y realmente merece la pena hacerla. Es un recorrido en buggie por las playas hacia el sur hasta la llamada Ponta Grossa, que es todo un espectáculo.

Ponta Vermelha,
justo antes de llegar a Ponta Grossa

Durante el recorrido se pasa por varios pueblecitos locales y playas muy bonitas. La vida de las gentes allí no ha cambiado mucho y se sigue viendo a los pescadores trabajando como antes, los chicos jugando a futbol en la playa, las familias bañándose en piscinas naturales...

Por el camino íbamos encontrando partidos de fútbol
playeros como éste

Pescadores subiendo una barca haciéndola
rodar sobre troncos

Pescando a red en la orilla

Y su modo de traslado suele ser el carro o la bicicleta.

El paisaje en todo el recorrido es una maravilla,  las falesias, cañones, vegetación, playas, rocas de colores, forman una combinación única!

La garganta del Diablo donde surgen aguas
de manantial de las mismas falesias

Dentro de la garganta

Mientras nos hacemos fotos se aprecia
bien el cañón

Til, nuestro guia y buggero,
una pareja de Rio, una chica de Fortaleza y  yo
éramos el grupo de la excursión

También las cabras se pasean libremente
por esta belleza de playas

Manantiales de agua que surgen en las mismas playas

Acercándonos a Ponta Grossa la vegetación
ya llega hasta las falesias

Fijando un poco la vista podréis ver
unos niños escondidos en la sombra de la roca
y preparados  para tirarse por la duna

Esto ya es el paisaje de Ponta Grossa

combinación de rocas de colores
con falesias y dunas al fondo

Fijaros en esa roca alta...

La llaman el mochilero
parece un hombre agachado casi en postura fetal

Y también en el mar algunas rocas forman figuras
como este elefante bebiendo agua con su trompa

Y aquí dejo el capítulo uno de Canoa Quebrada porque me quedo sin batería y aún me queda mucho que contar! Si no, no publicaré nunca...