Arg-Pto.Madryn-Península Valdés

La otra excursión que merece la pena hacer en esta época es la de Península Valdés, toda una área de reserva de animales por donde van pasando, durante el año y dependiendo de la época, leones marinos, elefantes marinos, pinguinos, ballenas, toninas y orcas, entre otros.

En una zona de la península se forma una lengua de tierra
y queda como un canal de agua marina
Este paisaje va cambiando cada día
ya que el mar va moviendo la tierra
que a veces llega a cerrar el canal


En esta época concreta lo que más se puede encontrar todavía son leones marinos, al contrario de punta Ninfa, que son elefantes. Los primeros son más parecidos a las focas, caminan con las aletas; los segundos, en cambio, en tierra se mueven como los gusanos, arrastrándose (con el peso que tienen no es para menos).

Todos son leones excepto el más cercano al mar
que es un elefante marino
Del resto sólo quedan algún pinguino rezagado o algún elefante marino que de vez en cuando se acerca a los leones. Este es el momento en que el elefante se acerca nadando al grupo de leones.


La época de ballenas empieza en junio, pero es a partir de octubre cuando las dos bahías principales se llenan de ballenas y se puede disfrutar viéndolas muy de cerca, tanto de tierra como de barco, y las madres con sus crías jugando con los barcos.

En esta bahía es donde se pueden ver las ballenas
en temporada (a partir de junio)
Las orcas no tienen una época concreta, simplemente es difícil verlas porque ellos van allá a cazar y sólo se les ve merodeando la zona si están en ello...

Un elefante con ganas de estar sólo,
pero si os fijáis hay un pingüino detrás de los arbustos

Así que empezó nuestra ruta por el norte de la península, donde vimos de cerquita una buena colonia de leones (marinos). Y un paisaje precioso...

En el extremo norte todavía se pueden ver
grupos de leones marinos, sobre todo crías
(los puntos blancos son gaviotas)

Aquí tenéis un par de filmaciones: de los leones jugueteando la primera y un león corriendo hacia el agua la segunda. Veréis (y oiréis) que el viento estaba muy fuerte y costaba lo suyo mantener la máquina quietecita...




Coincidí en la excursión con 3 españoles (dos de Bilbao y una chica de Pamplona) y un chico de Buenos Aires. Lo único que nos volvía locos allí era el viento, que ese día era fortísimo, aunque los locales decían que eso era lo normal...

Nuestro guía a la izquiera, los vasco/navarros
en medio y el porteño a la derecha
Un pingüino nadando...
Por el camino, por tierra, pudimos ver otros animales de la fauna autóctona de la patagonia, como guanacos (similar al ciervo, de la familia de las llamas), maras (roedores del tamaño de liebres) o choiques (parecidas al aveztruz)

Una familia de maras,
el bebé está mamando

El guanaco es muy facil de ver, ya que abunda en esta zona y compite con las ovejas por la comida y el agua. Se pueden ver en grupos grandes de guanacos jovenes, o bien en familia, grupos de menos de 15.

Este era un grupo pequeño
Como camuflado en la vegetación está el guanaco mirándonos.
Justamente la velocidad máxima es porque los guanacos de repente
cruzan la carretera a saltos y yendo rápido es imposible parar a tiempo.
Pero no son los únicos que cruzan la carretera...
también se pueden encontrar tarántulas!
(la moneda es para comparar el tamaño... y esta es chiquita!)
El choique o ñandu forma su familia con un haren, o sea, un macho con sus hembras y sus crias (pueden llegar a ser 20 miembros). Ahora, la responsabidad de cuidar los huevos es del macho!

A la derecha, un choique, también camuflado
con el color de la vegetación
Y también encontramos estos animalitos medio domésticos...

Una armadilla llamada Pepe
Y este zorrito, todos conviviendo en armonía!



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