Ya llevaba 3 meses en Brasil y se me terminaba el visado turista, así que tenía dos opciones, o iba a la policía para renovar el pasaporte o salía del país y volvía a entrar.
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| Monumento al Quijote |
Como tenía la idea de volver a Argentina y ver más cosas en Península Valdés (en el norte de la Patagonia) opté por la segunda opción. Viajé toda la noche a Buenos Aires (2 vuelos) y como hasta última hora de la tarde no tenía el vuelo para Península Valdés, pasé varias horas paseando por Buenos Aires.
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La bonita plaza Lavalle detrás del teatro Colón
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Las temperaturas eran mucho más bajas que en el nordeste de Brasil, pero el día fue espléndido, soleado y muy cálido para la época (23º).
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| Homenaje a las orquestas |
En mi paseo volví a ver algunas cosas que ya conocía como...
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| El teatro Colón |
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| El obelisco |
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| O la casa Rosada, en la plaza de Mayo |
Pero siempre hay cosas que me llaman la atención en Buenos Aires, como:
Los pasea-perros, que van con grupos numerosos de perros de todos los tamaños, razas y colores por los parques de la ciudad.
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Aquí, por ejemplo, se juntaron varios
pasea-perros y los soltaron en ese recinto,
os podéis imaginar el follón que armaban! |
El modo de anunciar periódicos...
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Con el semáforo en rojo se colocaban
y a ritmo de silbato cambiaban la pose |
Y las manifestaciones...
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| Los indios nativos |
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| Los feriantes |
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| O los excombatientes de las Malvinas |
Ahí terminó mi tiempo y regresé al aeropuerto para continuar mi viaje a la Patagonia...
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